Esta semana nos lo hemos tomado muy en serio y nos hemos organizado para vernos dos días y comenzamos en esta ocasión presentando el tema con el que nos íbamos a enfrentar a lo largo de toda la tarde: los activadores del aprendizaje.
Poco a poco, con las intervenciones de todos/as y la ayuda de nuestro amigo, el portero del prostíbulo, descubrimos cuan amplio es ese concepto llamado Inteligencia, y sus diferentes versiones entre las que destacamos la inteligencia racional y la inteligencia emocional.
Analizamos cada uno de los componentes de la inteligencia emocional, a saber, autoconocimiento, autocontrol, automotivación, empatía y habilidades sociales y tras ello, un cafelito.
A la vuelta del café, intentamos responder a la pregunta de cómo captar la atención del alumnado sin matarlo de aburrimiento en el intento, y allí nos dimos cuenta de que lo que nos aburre y lo que nos distrae en un aula coincide, curiosamente, con lo que aburre y distrae a nuestro alumnado. Es por ello, que aprendimos en primer lugar lo que NO se debe hacer en formación.
Después de explicar los dos procesos básicos de aprendizaje de casi cualquier ser vivo: la habituación y la sensibilización, entre todos generamos posibles soluciones para mejorar nuestra práctica docente, para finalizar con una comparación entre aprendizaje y sexo que culminó con un extravagante "orgasmo formativo".
Después de un cigarrito, hablamos un poquito de cómo funciona nuestra memoria y ... no me acuerdo de qué más vimos... ¡AH! de qué podíamos hacer para ayudar al alumnado a que recuerde las cosas que trabajamos en el aula.
Para terminar hablamos un poquito de motivación y nos despedimos con un poquito de publicidad para ilustrar la Pirámide de Necesidades de Maslow y a pique de colarnos de la hora de salida hicimos una rueda de preguntas en la que todos/as tuvimos que pensar en una forma concreta para motivar al alumnado.
Nos despedimos y quedamos para la próxima sesión.
jueves, 8 de marzo de 2007
martes, 6 de marzo de 2007
Segunda Sesión Presencial
Pues aunque tarde y pasado quizá demasiado tiempo desde la primera sesión, e lunes, 5 de marzo, nos volvimos a reunir para celebrar la segunda sesión presencial del curso.
Aprovechamos para dar la bienvenida a nuestras nuevas compañeras: Elena, Marta y Alicia, aunque después del café tuvimos que despedirnos de manera inesperada de Alicia, debido a que su hijo estaba enfermito, desde aquí esperamos que se mejore pronto y rápido.
Tras la bienvenida, comenzamos nuestra sesión con una actividad en la que teniamos que organizar en una ciudad muy peculiar, con unos horarios comerciales un tanto extravagantes, una serie de tareas a realizar a lo largo de la mañana. Esta actividad nos permitió darnos cuenta de las dificultades que tiene planificar cualquier cosa y nos sirvió para introducir el concepto de plan de formación.
Tras analizar que todo plan de formación surge como respuesta a un análisis de necesidades de un contexto determinado, vimos los diferentes elementos de los que se compone un plan de formación y llegamos a ver que dentro de la ejecución del plan habría que considerar tres cosas: las metas, los programas y las acciones.
Llegados a este punto, concretamos que cada acción formativa propuesta en el plan de formación ha de ser programada, y es ahí donde introdujimos el concepto de programación didáctica. Reflexionamos acerca de su utilidad y comentamos de manera muy general sus elementos.
En medio de todo esto, hicimos una actividad acerca de qué cosas consideramos importantes en nuestro grupo: compañerismo, organización, eficacia, comunicación, participación, aceptación y autoobservación, y por supuesto, tomamos nuestro cafelito e hicimos una pausa para el cigarrito.
Descubrimos, en nuestros diálogos, que al profe se le había olvidado activar la tercera actividad del módulo 1, cosa que se subsanó sobre la marcha. Y finalmente, tras un "pequeño examen", hicimos un resumen de lo visto en la sesión
Aprovechamos para dar la bienvenida a nuestras nuevas compañeras: Elena, Marta y Alicia, aunque después del café tuvimos que despedirnos de manera inesperada de Alicia, debido a que su hijo estaba enfermito, desde aquí esperamos que se mejore pronto y rápido.
Tras la bienvenida, comenzamos nuestra sesión con una actividad en la que teniamos que organizar en una ciudad muy peculiar, con unos horarios comerciales un tanto extravagantes, una serie de tareas a realizar a lo largo de la mañana. Esta actividad nos permitió darnos cuenta de las dificultades que tiene planificar cualquier cosa y nos sirvió para introducir el concepto de plan de formación.
Tras analizar que todo plan de formación surge como respuesta a un análisis de necesidades de un contexto determinado, vimos los diferentes elementos de los que se compone un plan de formación y llegamos a ver que dentro de la ejecución del plan habría que considerar tres cosas: las metas, los programas y las acciones.
Llegados a este punto, concretamos que cada acción formativa propuesta en el plan de formación ha de ser programada, y es ahí donde introdujimos el concepto de programación didáctica. Reflexionamos acerca de su utilidad y comentamos de manera muy general sus elementos.
En medio de todo esto, hicimos una actividad acerca de qué cosas consideramos importantes en nuestro grupo: compañerismo, organización, eficacia, comunicación, participación, aceptación y autoobservación, y por supuesto, tomamos nuestro cafelito e hicimos una pausa para el cigarrito.
Descubrimos, en nuestros diálogos, que al profe se le había olvidado activar la tercera actividad del módulo 1, cosa que se subsanó sobre la marcha. Y finalmente, tras un "pequeño examen", hicimos un resumen de lo visto en la sesión
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